Experiencias CET

Soy María, más conocida como Peco. Nací en Segovia, tengo 21 años y he terminado Estudios Hispánicos en la Universidad Autónoma de Madrid.
Llegué al CET en 3º de carrera. El primer año viví con mi tío y el segundo iba y venía desde Segovia a la universidad en autobús y me pasaba casi 4 horas al día en la carretera.
A finales de verano me enteré de que había residencias en las que se podía estudiar y trabajar al mismo tiempo, y formarte en lo personal, en lo espiritual y en lo profesional. Parecían demasiadas cosas juntas, pero pensé que era una buena oportunidad y que debía intentarlo.
En el CET puedes encontrar y descubrir personas muy diferentes pero a la vez muy similares a ti, con esas ganas de lograr ser autosuficiente. Haces amistades y vives experiencias que nunca olvidarás: tertulias, viajes culturales, excursiones, etc.
Al tener la responsabilidad de un trabajo, te das cuenta de todo lo que conlleva e intentas hacerlo lo mejor posible, ya que eres consciente de estar al servicio de los demás.
— MARÍA PECO ABÁNADES
Me llamo Esther y soy de Vigo. Desde que estudiaba en el colegio quería salir a estudiar fuera (aunque sea gallega de pura cepa).
Me apetecía conocer gente nueva y sitios nuevos, pero para ello, me lo tenía que currar. Un día encontré información sobre los CET y vi mi oportunidad para irme.
Estuve en Fontana dos años. No los cambiaría por nada del mundo, fueron unos años increíbles donde madure y disfruté un montón. Lo que más valoro, de todo lo aprendí en el CET, es el saber aprovechar el tiempo, organizarnos en la cocina y en la limpieza (ahora en el piso lo notamos todas y nos organizamos estupendamente).
Pero lo que más me gustaba era el ambiente de familia que había, aprender a cuidar los pequeños detalles y a valorar lo que se tiene. Recomiendo a todo el mundo pasar por esta experiencia, porque mejoras en todos los aspectos. Es una experiencia increíble y haces amistades que mantienes en el tiempo.
Actualmente, estudio Magisterio de Primaria y vivo en un piso con tres amigas que también estuvieron en el CET.
— ESTHER SÁNCHEZ DE VICENTE


Me llamo Cristina y soy de Córdoba. He estado 3 años en el CET, 1 año en Sevilla y 2 en Madrid, en Navacerrada.
Me enteré de que existía el CET porque vinieron a hacer promoción en mi colegio y me encantó. Soy la mayor de 10 hermanos y tenía que sacarme las castañas del fuego. Me di cuenta que en el CET podría sacar adelante mis estudios y colaborar así con mi familia.
He aprendido muchísimo y también he madurado tanto intelectual como espiritualmente. He aprendido a hacer compatibles estudio y trabajo, y a ser consciente de que con un horario todo entra, aunque tengas que hacer mil cosas en un día.
También se aprende a ser más responsable y puntual, y a caer en la cuenta de que los pequeños detalles también importan.
Me llevo una muy buena experiencia del CET y algo que valoro mucho: un buen puñado de amigas, aunque seamos muy diferentes y muchas veces hayamos tenido opiniones muy distintas sobre muchas cosas, sé que son amistades para toda la vida.
— CRISTINA LÓPEZ-BELLIDO CAMACHO